miércoles, 18 de julio de 2012

El libro de los sabios - Eliphas Levi


Sin la fe, la ciencia no lleva sino a la duda absoluta y al disgusto por todas las cosas.

Sin la fe, la vida no es sino un sueño que terminará, sin despertar, en la nada.

Sin la fe, los afectos son vanos, el honor no es más que engaño, la virtud mentira y la moral decepción.

Sin la fe, la ciencia no es más que un inmenso tedio, pues le falta esperanza.

Sin la fe, la libertad no es más que el despotismo de las riquezas, la igualdad es imposible y la fraternidad no es más. 

Lo bueno de la vida (2000)

Autor:
Jim Kokoris

Título original: 
"The rich part of life" 

Sinopsis de Editorial Puzzle:
     "¿Qué le ocurre a una familia a la que le tocan 190 millones de dólares en la lotería? ¿Y si además el billete premiado lo había comprado la madre de la familia, desaparecida en un trágico accidente de tráfico nada más comprar el número?
     Teddy Pappas, el hijo mayor de la afortunada familia tiene sólo once años. Pero ya se da cuenta de que es muy extraño que su despistado padre, un excéntrico profesor universitario, siga refugiado en sus libros en lugar de empezar a gastarse todos esos millones de dólares. Si añadimos a eso, que su hermano quiere quemar la escuela, que su vecina intenta conquistar a su padre y que han aparecido en casa el tío Frank, un fracasado director de cine de terror y la anciana tía Bess, entendemos en seguida que la vida de Teddy va a convertirse en un divertido caos.
     Una novela llena de humor y de sentimientos que nos muestra dónde radica la verdadera riqueza humana."

Opinión personal:
     ¡Ah! Después de haber pasado un tiempo -que a mi me pareció considerable en su tiempo, aunque ahora en retrospectiva me resulta algo distinto- concentrada en el concurso de oratoria que me comió la cabeza en junio y julio, empecé a darme gustos literarios -y claro, cualquiera se traumatiza con la historia nacional- y quise hasta leer algo que me relajara. No tenía premeditado leer este libro pero cuando entré a la biblioteca y vi la portada y luego leí la contratapa supe que era algo bastante parecido a lo que buscaba: algo que me hiciera reír, que me relajara... que me resultara ameno. Funcionó, la verdad. Hasta me hizo sonreír... Aunque lo de la señorita Polk, "masticando chicle con su aire lesbiano" me preocupó un poco. ¿A qué punto llega el estereotipo lésbico? Pero en fin, ese es tema para otro blog.
     Me gustan las historias en las que el narrador, ya adulto, narra (duh) historias de su infancia. Me recuerdan a la mía -y eso que sólo me faltan unos días para cumplir dieciocho años, que no soy tan vieja- y eso me gusta. El argumento me llamó la atención: no en muchas novelas los personajes ganan diecinueve millones de dólares en la lotería y parecen no gastarlos. Al principio, como es natural, me puse de parte de Teddy: quería ver cómo gastaban en dinero, quería que se cumpliera alguno de los deseos que él escribió en una lista. Hice mal, me emocioné casi como todos los que rodeaban a la familia Pappas, que desde que reclamaron el premio -tardaron casi un mes y yo sufrí junto a Teddy la espera, jaja- no dejaron de mendigarles. Eso está mal. Con el tiempo el motivo de las reservas de Theo -el padre de Teddy y Tommy- se esclarece, pero no voy a decir más porque no quiero arruinar el factor sorpresa. 
     Los personajes me resultaron muy bien definidos y es fácil encariñarse con Teddy, el loquito de Tommy, el tío Frank, Maurice, Sylvanius -¿lo escribí bien?-... Con Theo Pappas fue difícil en un principio; no podía dejar de pensar que si mi madre leyera sobre él dictaminaría algo que ése es un boludo. Pero, como dije, luego el motivo de su silencio se esclarece y todo tiene sentido. Aunque es cierto que es bastante torpe y silencioso, pero uno logra encariñarse con él. En especial cuando aprende a decir no a la horriblemente encantadora señora Wilcott.   
     La novela además de risas y nostalgia deja una pequeña enseñanza, una cuasi moraleja: el dinero no sólo no puede comprar la felicidad; a veces puede ocasionar problemas e incluso traernos la infelicidad. Si no lo creen... sólo necesitan leer esta novela.

domingo, 8 de julio de 2012

Brida (1990)

Autor: 
Paulo Coelho

Sinopsis de Editorial Booket:
   "Brida es una novela basada en una historia real de cautivadora belleza, la de la joven irlandesa Brida O` Fern.
   A la edad de veintiún años, Brida conoce a un mago al que le pide que la ayude a convertirse en bruja. Para ello, la muchacha deberá superar una serie de obstáculos que harán que cambie su concepción de la vida y descubrirá, junto al lector, que el amor es el único medio de alcanzar el mundo espiritual y que nos transfigura, porque cuando amamos queremos ser mejores de lo que somos."

Opinión personal:
   ¡Dioses míos! Bueno, aquí es cuando empezamos a sacarnos los ojos. Hacía tiempo que tenía ganas de leer a Coelho; pedí una recomendación y lo conseguí. Me advirtieron, sí, que ese libro en particular empujó a muchos a descubrir a la wicca y al paganimos en general. Yo me respondí que entonces no me causaría grandes efectos, después de todo hace rato que estoy rondando esos pagos, aunque todavía sin iniciarme con todas las letras en ninguna religión. Al contrario me dije, si se algo del tema que Coelho va a tratar en Brida me encuentro en cierta ventaja, podría analizar al texto desde otra perspectiva distinta al que descubre este tipo de brujerías sin varitas mágicas por primera vez. Y...
No me equivoqué, pero en ocasiones... ¡Qué ganas de arrancarle los ojos a Coelho! No creo que pueda hacer esta crítica con objetividad así que no voy a reprimir mi subjetividad en función de mi condición de neo-pagana definido. 
   Todos los neo-paganos se atienen a reglas mínimas y variables según la persona, hasta el más ecléctico de todos tiene un límite en donde "esto que es blanco es blanco y sólamente puede ser blanco, ¡no hay manera de que lo veas negro!". De modo que hasta yo encontré cosas en el texto con las que choqué, y que quizás a otra persona neo-pagana bien no le habría molestado. Pero yo soy yo, así que voy a exponer mis críticas:
· Coelho plantea una teoría de la división de almas que encuentra una explicación científica en la división celular. Coelho plantea que para justificar el aumento de población mundial, las almas (o células que conforman el alma, si se quiere) de personas de antaño tuvieron que dividirse para crear otras. A su vez, estas almas que en el pasado formaron parte de una misma alma se llaman a sí mismas como Otra Parte, que vendrían a ser algo así como un alma gemela en la cosmovisión popular. Acá fue donde choqué por primera vez; yo no creo que las almas se dividan, sino que simplemente se crean más (y de ahí que algunas sean más viejas o jóvenes que otras) o bien se redirigen de una realidad a otra. Y esto no lo inventé yo, si no que lo transmitió Allan Kardec.
· Existencia de la Otra Parte. Queda más que claro que no creo en tal cosa. 
· Wicca como personaje. Fue mi personaje favorito, pero... ¿Era necesario ponerle semejante nombre? ¿No es demasiado? Así mismo me causó un poco de gracia, pues ha de ser una wiccana muy ecléctica como para invocar a María y Jesús. Aunque, ¿alguna vez dijo ser wiccana? Y la respuesta es no.
· No se habla de la dualidad de Dios y Diosa. Se generaliza sólo utilizando "Dios", aunque se sobreentiende que Dios fue mujer antes de convertirse en hombre.

Quitando estos detalles creo que la obra en sí también dijo muchas verdades, y aquí van mis citas favoritas:
· "La mejor manera de destruir el puente entre lo visible y lo invisible es intentando explicar las emociones."
· "Escoger un camino significa olvidar otros."
· "La palabra es idea hecha vibración."
· "La plegaria, cuando se hace con palabras del alma, es mucho más poderosa que todos los rituales."
· "Dios colocó en los bosques su farmacia."

   Y... creo que ya está, ya dije todo lo que necesitaba decir. En resúmen no es una mala obra y probablemente es buena para cambiar el pensar de más de uno. Pero hay que tomarla con pinzas, al fin y al cabo no deja de ser ficción. 

sábado, 7 de julio de 2012

Es difícil sentirse mal frente a un cielo tan bonito. Pero no es imposible, y en esa posibilidad radica nuestra tontera. 

jueves, 5 de julio de 2012

La aventura de un fotógrafo en La Plata (1985)

Autor: 
Adolfo Bioy Casares.

Sinopsis de Emecé Editores (edición de 2001):
     "La aventura de un fotógrafo en La Plata es una novela corta en la que los hechos narrativos reproducen un viaje, una aventura y el amor. Pero, el relato va mucho más allá: busca lectores que elijan en la literatura como un sueño. capaces de conjugar la ilusión y la realidad como una misma cosa. En ese sentido la novela trabaja sobre la capacidad que tiene la ficción, de integrar los mundos posibles.
     En un marco realista, en el que personajes y lenguaje se construyen desde lo coloquial y se mueven en escenarios reconocibles y ciertamente familiares, Adolfo Bioy Casares magistralmente introduce en su materia textual, lo extraño y lo onírico, de tal manera que el orden natural se altera; el tiempo cronológico da su bienvenida al tiempo subjetivo, y el mundo real se fusiona con el mundo irreal, conviviendo sin contradicciones en ese espacio y tiempo incierto que se establece entre la ambigüedad del relato y la mirada del lector."

Opinión personal:
     La verdad... volví a decepcionarme, aunque sólo en las últimas páginas -en concreto, sólo en el capítulo LXIII- fue cuando ocurrió. Comencemos por el título: teniendo en cuenta mi reciente afición por la fotografía y por nombrar a una ciudad de alguna forma familiar para mí, fue inevitable que me llamara la atención. Lo segundo fue el autor, a quien siempre quise leer y de quien sólo sabía, básicamente, que había tenido una gran amistad con don Borges y que, probablemente, sus escritos me gustarían mucho más que los del susodicho. No me equivoqué; prefiero a Bioy antes que a Borges, y no solo porque Borges fue un machista empecinado -aunque con motivos fundados que no voy a mencionar, porque no se me antoja hablar de Borges-. 
     La historia fue interesante: Almanza, su floreciente relación con la familia Lombardo... ¡Cómo odié a ese viejo, don Juan! Griselda tampoco me inspiró simpatía más allá de su nombre -Griselda me parece un nombre muy bonito-, de los hijos de Griselda no tengo nada que decir -salvo que odio que el autor llamara al bebé como "bebe"- y en cuanto a Julia... supongo que es la cuasi heroína, pero no me inspiró nada. Sí me gustó la licenciada de aparición aun menos que secundaria, que jamás permitió que Almanza la fotografiara...  y, obviamente, me gustó el ojo de Almanza para la fotografía, aunque yo no me creo del todo capaz de hacer un álbum de fotografías de una ciudad entera, con sus edificios emblemáticos y todo eso... yo fotografío cosas que me inspiran algo, y la fachada de algún edificio elitista no me inspira nada, a menos que esté derruida. Volviendo al tema, también me gustaría destacar la aparición de Lemonier y Laura... de alguna manera me hicieron pensar en Sartre y Simone de Beauvoir; ¡cómo amo a esa mujer! -a Simone, no a Laura-. Pero bueno, esa es también otra historia.
     Para finalizar diré que creo que es un buen libro, aunque con un final muy poco lucido. ¡Yo quería que Almanza esclareciera de una vez por todas lo referente a las artimañas de don Juan! ¡O por lo menos Julia se marchara al diablo con él! Pero ni siquiera eso, y ni hablar del paradero del invisible Ventura... pero bueh.  La novela es de lectura llevadera y no se explaya en demasiadas páginas; es una rareza encontrar un capítulo de más de dos hojas. En lo personal, no pude conectarme mucho con la parte onírica del relato; si eso tenía que tocarme alguna especie de fibra emocional lo cierto es que no lo hizo. Pero eso no quita que sea una buena lectura, y que la recomiende.